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"Luiz Carlos Prestes entrou vivo
no Panteon da História.  
Os séculos cantarão a 'canção de gesta'
dos mil e quinhentos homens da
Coluna Prestes e sua marcha de quase
três anos através do Brasil.
Um Carlos Prestes nos é sagrado.
Ele pertence a toda a humanidade.
Quem o atinge, atinge-a."

(Romain Roland, 1936)


Opinión Un debate democrático y plural

*Por Atilio A. Boron*

En el día de ayer, el presidente Evo Morales inauguró en Cochabamba el
“Primer Encuentro Plurinacional para Profundizar el Cambio” que está
transformando a la sociedad boliviana. Lo que la prensa denominó como
“Cumbre Social” reunió una multitudinaria concurrencia de más de mil
delegados de diversos movimientos sociales de todas las regiones del país,
que acudieron a un cónclave cuya primera fase durará tres días y en los
cuales diez comisiones de trabajo examinarán otros tantos temas y desafíos
cruciales del momento actual. El vicepresidente Alvaro García Linera así
como ministros y altos funcionarios del gobierno nacional estuvieron
presentes en esas comisiones, aportando información y sobre todo escuchando
las demandas y muy especialmente los planteos y propuestas que dieron a
conocer los movimientos. Estas primeras conclusiones serán presentadas y
nuevamente discutidas en una serie de reuniones que tendrán lugar en las
próximas semanas en los distintos departamentos (provincias) de Bolivia, en
preparación para un segundo y definitivo período de sesiones entre el 10 y
el 12 de enero y en el cual se fijarán las principales directivas de la
agenda de transformaciones para los años venideros.
En su discurso inaugural, Evo recalcó la importancia de una discusión
democrática y plural para consolidar el proceso de cambios inaugurado desde
su llegada al Palacio Quemado en 2006. A diferencia de la mayoría de las
intervenciones de otros presidentes o jefes de Estado en cualquier parte
del mundo, Evo comenzó la suya señalando lo que él mismo calificó como los
errores cometidos por su gobierno. No empezó hablando de sus aciertos, sino
de la inseguridad, de los problemas de empleo, de la corrupción presente en
ciertos elementos de los escalones inferiores de la burocracia, de la
necesidad de mejorar el desempeño económico. Sólo después se dedicó a
enumerar los muchos logros de su gobierno, con cifras contundentes: casi
dos millones de niños beneficiados por el bono Juancito Pinto; ochocientos
mil ancianos recibiendo una importante ayuda monetaria; el avance en los
programas de salud y educación públicas; el fortalecimiento de las finanzas
del Estado gracias al cumplimiento del mandato popular que exigía la
nacionalización de los hidrocarburos; la duplicación del salario mínimo y
la rápida transformación que hizo que Bolivia dejara de ser un Estado
colonial mendigo (son sus palabras), que vivía de los préstamos para pagar
a sus empleados públicos, para convertirse en un Estado plurinacional que
por primera vez en la historia acumula reservas por valor de 12.000
millones de dólares, una cifra impactante si se tiene en cuenta el tamaño
de la economía boliviana.

Por supuesto que también habló de política: dijo en un pasaje de su
discurso que antes había grupos y organizaciones que se movilizaban para
que los gobiernos hicieran obras; ahora hay minorías muy estridentes que
“se movilizan para que el gobierno no las haga. Pero debemos hacerlas,
respetando a la Madre Tierra: de lo contrario, ¿cómo podríamos vivir sin
industrias, sin petróleo, sin gas, sin la minería?”. En una época en que un
organismo como el Banco Central Europeo saca y pone gobernantes en Grecia,
Italia y Portugal, Evo enfrenta los desafíos de su gobierno profundizando
la democracia, facilitando el diálogo horizontal entre gobernantes y
gobernados, y haciendo verdad el apotegma zapatista de “mandar
obedeciendo”. Esta sana inclinación a fundirse con su pueblo, a tonificarse
escuchando sus críticas y sus propuestas es una de las razones
fundamentales de su popularidad.

La derecha no es una opción de gobierno y su única chance es el golpe de
Estado; la izquierda hiperradicalizada, por su parte, muestra una
sospechosa desproporción entre el eco que sus feroces críticas a Evo
encuentran en los medios hegemónicos y su escaso sustento de masas. Por lo
visto hasta ahora, Evo sigue siendo imbatible en el terreno electoral, y si
profundiza su agenda de cambios lo será aún más.

* Director del PLED, Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en
Ciencias Sociales. Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.

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